Portada  |  11 mayo 2020

Titulares Esenciales: el futbolista Carpintero que recoge basura en las calles, por Miguel Bossio

Juega al fútbol en Sacachispas y es recolector de residuos. Darío Carpintero, 38 años, es uno de nuestros Titulares Esenciales. “Me da miedo salir a trabajar: soy uno de los que está enfrentando la pandemia en la calle”.

Deportes

Por Miguel Bossio

Es un compendio de laburos/profesiones/oficios en sí mismo. Carpintero de apellido, recolector de residuos y futbolista profesional. Hablamos de Darío Osvaldo Carpintero, 38 años, defensor de Sacachispas (Primera B Metropolitana) y, en estos días difíciles, trabajador esencial.

Sí, Carpintero es uno de nuestros Titulares Esenciales para enfrentar al Coronavirus. “El temor a contagiarme existe, claro que existe. La verdad es que me da miedo salir a trabajar. Soy uno de los que está enfrentando la pandemia en la calle y, si fuera por mí, me quedaría en casa”. Lo dice Carpintero y no exagera en lo más mínimo. En su tarea diaria de recolectar residuos, está en contacto permanente con sus compañeros (en la cabina del camión viajan tres personas: un chofer y dos cargadores) y vive expuesto al virus por tener que manipular basura. Hace 13 años que realiza esta tarea, hoy, más esencial que nunca.

Le cuenta a Telefe Noticias que, al volver a su casa en Villa Soldati, “no puedo saludar ni a mi perro sin antes sacarme toda la ropa y desinfectarme”. Carpintero, hombre histórico del fútbol de Ascenso, vive con su mujer Sabrina y sus dos hijos: Arian y Luan, de 15 y 7. Si hay alguien que tiene que tomar más precauciones que el resto es, justamente, este defensor de Sacachispas que alguna vez revoleó por el aire al Pichi Erbes en un Excursionistas-Boca: “Mi mujer y mi nene más chico tienen asma. Y antes de todo esto, yo estuve internado por gripe A”.

Desde que arrancó a los 16 años con el fútbol, supo jugar en Yupanqui, J.J. Urquiza, Midland, Talleres y Excursio. Recio marcador central, alguna vez lo vimos salir jugando elegantemente desde el fondo en un partido de la Copa Argentina contra Sarmiento. Cuando recolecta basura en distintos barrios de la ciudad de Buenos Aires, usa barbijo, anteojos, cofia y dos pares de guantes. Hay dos tandas diferenciadas de trabajadores para que no se crucen en las instalaciones de la empresa. Pide a la gente que, preferentemente, antes de sacar las bolsas les tiren un poco de alcohol en gel o agua con lavandina. “Es mentira que ahora hay menos basura en la calle: la gente, al estar en sus casas, aprovecha para limpiar y tirar cosas, o para sacar ramas a la calle”.

Hablando de fútbol, no sabe si seguirá jugando una vez que se reanuden los torneos. Si bien se entrena en su departamento junto a sus hijos (Arian está en Inferiores de San Telmo y Luan, en el baby fútbol de Sacachispas), el estar un par de meses sin practicar como corresponde se le dificulta a los jugadores que están en el tramo final de sus carreras. Confiesa que ya está pensando en algún partido homenaje después de una extensa trayectoria en el Ascenso. ¿Qué se imagina cuando se reanuden los torneos? “Si no hay descensos, los clubes no van a querer pagarles a los profesionales y van a jugar con muchos juveniles de las Inferiores. Y el hincha siempre quiere equipos competitivos, con gente de experiencia”.

Antes de subirse otra vez al camión recolector, Carpintero deja un mensaje: “Ojalá pasemos pronto esta pandemia y, cuando todo se termine, que le encontremos una rápida solución para que todos volvamos a hacer nuestra vida normalmente”. Lo dice un hombre que, desde pibe, tuvo al menos dos laburos para poder vivir.

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