Apenas consumada la derrota 1-0 ante Rosario Central, la delegación de Sarmiento de Junín se subió al micro para emprender un rápido regreso a su ciudad.
Apenas recorrieron 20 kilómetros y se detuvieron en una estación de servicio para comprar sándwiches para el camino. Carismático por naturaleza, el entrenador del Verde, Ricardo Caruso Lombardi, accedió al pedido de los playeros: "Nos podemos sacar una foto con usted", le dijeron, con los celulares encendidos en las manos.
Mientras el DT posaba para las cámaras, un vehículo ingresó a la estación y se estacionó a pocos metros. Palabras más, palabras menos, desde el interior del auto le dijeron: "Dejá de sacarte fotos y empezá a ganar". La respuesta de Caruso fue fiel a su estilo: risas, seguidas de una broma. Estas personas volvieron a repetirle el reclamo, con un tono más serio, y remataron con una frase que despertó la bronca del entrenador. ¿Qué le dijeron? "Lo invitaron a pelear", contó un testigo, según el diario Laverdadonline.com, de Junín.
Y en ese momento estalló Caruso Lombardi, quien apenas dirigió dos partidos en Sarmiento (empate 0-0 frente a Godoy Cruz y caída frente a Central, los dos punteros de la zona) se fue sobre los "hinchas". Intercambiaron golpes de puño hasta que los jugadores los separaron.
Algunas versiones indican que Caruso Lombardi pensó en presentar la renuncia a los dirigentes poco después de la pelea, pero que su abogado lo convenció para que esperara y se reuniera con el presidente del club, Fernando Chiófalo.
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