Fernando Belozo tenía 38 años, era el sexto de siete hermanos, padre de dos hijas, vivió toda su vida en Ing. Budge con su familia. Al momento de su muerte estaba en pareja con Soledad, una vecina.
Tuvo una infancia y adolescencia muy dura, con sus hermanos perdieron a sus papás siendo muy chicos, vivieron en un hogar convivencial y después en lo de una de sus tías, hasta que pudieron independizarse y armar sus propios caminos. Reconocía haber tenido un pasado oscuro en el que cometió algunos errores de los cuales estaba arrepentido y convencido de no repetir.
El sábado 11 de noviembre de 2023 a la mañana acompañó a su novia al cajero a sacar plata, después pasaron a comprar empanadas para almorzar, ella se quedó en su casa y después él fue con su bicicleta a unas cuadras donde estaba Javier Moreno, un amigo suyo que incluso varias veces hasta lo hospedó en su casa, y Ariel Urquiza, un conocido del barrio.
Estuvieron hablando un rato largo, hasta que una cámara de seguridad registró el momento en el cual pareciera que se desconocen y comienzan a discutir, Fernando se bajó de la bicicleta, Javier le acercó un fierro a Ariel, y éste le pegó en la cabeza a Belozo hasta matarlo.
La justicia determinó que Ariel es el asesino y desde ese día se encuentra prófugo; en cuanto a Javier, por cuatro meses no volvió al barrio, hasta que volvió y hoy hace una vida normal. La justicia (hasta el momento) no lo considera responsable, necesitan capturar a Ariel para que declare, sin embargo la familia de Fernando sí considera que es un partícipe necesario.
Los familiares de Fernando han recibido amenazas, saben que el asesino está suelto, por el barrio, y a quien consideran cómplice lo ven circulando como si nada hubiera pasado y viven a tan solo unas cuadras de distancia.
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