Rolando Aguilera fue asesinado en marzo del 2001 mientras trabajaba como remisero. Él tenía 26 años, era padre de una hija de cuatro.
Él era kinesiólogo, trabajaba como masajista terapéutico, y para ganar unos pesos extra a la noche también trabajaba como remisero.
La madrugada del 11 de marzo del 2001 fue a buscar a una pasajera a Adrogué y la llevó hacia Villa Centenario. Era la última noche en que iba a hacer ese trabajo ya que iba a entrar a la fuera policial.
Al llegar a destino, mientras ella se bajaba después de pagar, tres hombres armados se acercaron para robar el auto, quisieron arrancarlo, no pudieron, bajaron y empezaron a disparar desde afuera. Dos balazos le dieron a Rolando, murió en el lugar.
A 24 años del hecho aún no se pudo identificar quiénes fueron los asesinos.
Su familia sabe que el hecho de que haya justicia es muy difícil por el paso del tiempo, pero no pierde las esperanzas en que se sepa quiénes fueron los asesinos para que Rolando pueda descansar en paz.
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