Jorge Crivelli, conocido popularmente como Carna, es Embajador de DISFAM, una entidad española sin fines de lucro integrada por familias con hijos con dislexia, adultos disléxicos y profesionales de diferentes ámbitos preocupados y sensibilizados por las dificultades de aprendizaje durante la etapa infantil y adulta y también por las consecuencias emocionales que este trastorno conlleva.
Según la Asociación Internacional de Dislexia, se trata de “una dificultad específica de aprendizaje (DEA) de origen neurobiológico, caracterizada por la presencia de dificultades en la precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras (escritas) y por un déficit en las habilidades de decodificación (lectora) y deletreo (ortografía)”.
“No llegás a concentrarte al leer porque se te mueve todo. El disléxico se va dos o tres renglones para arriba o abajo”, explica Carna. Y lo sabe porque él es disléxico. Su condición, sin embargo, es leve y no le impide estudiar sus libretos. "Puedo aprender los libretos, no tengo problemas", contó a Buen Telefe desde la ciudad de Mar del Plata, donde ayer arrancó con una versión de la comedia francesa “Mi mujer se llama Mauricio”, en la que protagoniza al esposo de Adriana Brodsky en el Nuevo Teatro Santa Fe, reinaugurado para la ocasión.
Hace dos años, Claudia Arce, su esposa y mamá de su hijo Mateo, que entonces tenía 9 años, descubrió que "Mateo tenía algo” y que finalmente era dislexia.
“Para mí fue muy duro. Sé que jugando, explicándole varias veces y alentándolo en lugar de retarlo, la respuesta de él es impresionante. La mamá hace un trabajo increíble con él. Te puedo asegurar que una de las cosas que más me afectó en la vida es el hecho de no haberme dado cuenta de que a mi hijo le exigía que entendiera algo, cuando era yo el que no entendía que él no entendía. Cuando el médico me explicó lo que tenía, estuve llorando tres semanas con mi mujer, pidiéndole perdón... Hoy estoy contento de verlo feliz”, expresó.
Carna también da charlas en el marco de la ONG que representa, a las que asistió el periodista de Telefe Noticias Daniel Roggiano, papá de Uma, de 9 años, también con dislexia.
El actor trabaja desde muy joven. “A los 16 mi papá murió de cáncer y quedamos con mi mamá solos. Tuve un hermano que había fallecido antes. Ese año me llevé todas las materias. Mi dislexia tampoco ayudaba", comentó recientemente en una entrevista con Infobae. Pero el camino de la vida lo llevó a conocer a Raúl Becerra, con quien trabajó. Luego siguieron "Rebelde sin pausa", con Roberto Pettinato, y fue productor de Víctor Hugo Morales y Gonzalo Bonadeo. “Me sentía como un pez en el agua. Me gustaba lo que hacía. Sentía que no me costaba hacer ese trabajo. Y me fui dando cuenta de que era una pasión”, agregó.
Luego le llegó una oferta que marcó su carrera: sumarse como humorista a VideoMatch, el programa que lanzó a la fama a Marcelo Tinelli. “Fue una de las mejores cosas que hice en mi vida”.
Desde hace años, Carna suele ir a los hospitales de niños para llevar alegría y ayudar a las familias. No es una tarea fácil porque le recuerda a un momento doloroso: cuando su hermano estuvo internado en terapia intensiva hasta que murió.
A partir de su trabajo en DISFAM, Carna recibe mensajes de gente de todo el país "que me llama llorando porque la pasan mal por la dislexia. Yo levanto una bandera: es importante que ayudemos a nuestros hijos a que la pasen bien. Mateo llega mucho más cansado del colegio porque hace tres veces más el laburo mental que sus compañeros. Tenés que acompañar a los chicos y al docente. Es un gran laburo”.
- Implementarán un Día de la Dislexia para abordar el tema en las escuelas bonaerenses
Comentarios