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El desgarrador relato de Inés Estevez: confesó que abortó dos veces

“La primera vez tenía 19 años. Había tenido que vivir en la calle unos meses. Me puse de novia con un chico y terminé conviviendo esporádicamente con él para tener un techo. Fui al médico. Apendicitis, dijeron. Y me operaron. Los dolores en la ingle derecha continuaron y entonces fui sin decirle a nadie a un ginecólogo que me confirmó lo que sospechaba”, contó la actriz
Por Telefe Noticias

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Espectáculos: El desgarrador relato de Inés Estevez: confesó que abortó dos veces

Cuando en el Senado todo se encaminaba al rechazo a la ley que hubiera legalizado el aborto, Inés Estévez posteó en las redes sociales un relato desgarrador en el que confiesa que realizó dos abortos clandestinos.

“La primera vez tenía 19 años. Había tenido que vivir en la calle unos meses. Me puse de novia con un chico y terminé conviviendo esporádicamente con él para tener un techo. Fui al médico. Apendicitis, dijeron. Y me operaron. Los dolores en la ingle derecha continuaron y entonces fui sin decirle a nadie a un ginecólogo que me confirmó lo que sospechaba”, contó la actriz, que en 2011 adoptó a sus hijas, Cielo (8) y Vida (9) con su por entonces marido, Fabián Vena.

“Le dije que no podía llevar adelante ese embarazo y me dio el dato de una partera. El lugar era una casucha en las afueras de mi pueblo, calle de tierra. Me dijo que me desvistiera y abriera las piernas. Obedecí tragando lágrimas y temblando de terror, me metió algo frío en la vagina, se sentía cómo escarbaba. Sentía que de un golpe la sangre de la parte inferior se me iba del cuerpo junto al tirón. Creí que me estaba muriendo porque el mareo me dejó viendo negro”, continuó sobre aquella traumática primera experiencia.

“La segunda vez tenía 22 años, había logrado alquilar y convivía con otro novio, quien pasado el año manifestó violencia física. Usaba diafragma y profilácticos. La relación en la quedé embarazada no fue consentida. Era difícil negársele a un hombre violento. Eso me decidió a huir. Fui a una casa horrenda en el conurbano. Me pidieron el dinero ni bien entré. Estaba sucio y oscuro, había una chica esperando sola y otra saliendo, también sola, con el semblante de color gris y algo vacilante. Sentí lo mismo”, relató sobre la horrorosa y precaria situación.

“Por supuesto que no lo celebro. Por supuesto que lo lamento. Pero si esta triste práctica hubiese sido legal, el tema no habría sido tabú, podría haber tenido adultos responsables con los cuales hablar, habría recibido contención e información, no habría estado sola, y quizás, solo quizás, la historia podría haber sido otra”, concluyó Estévez.