Los familiares cumplieron el último deseo de David Bowie y ordenaron la cremación de sus restos en absoluta reserva, luego del dolor que causó su muerte el domingo pasado.
En una ceremonia sin servicio fúnebre y sin la presencia de conocidos. Es que el propio músico había manifestado a los suyos su voluntad de "irse sin ningún ruido" ni funeral público, según "The Daily Mirror" y "The Guardian".
De esa manera, el cantante dejó planificado su último adiós e hizo partícipe a su esposa, Iman, de 60 años.
De acuerdo con el "Mirror", el artista se decidió por la "cremación directa", realizada sin ceremonia y luego de recoger su cuerpo directamente en el lugar del fallecimiento.
Bowie no era religioso y afirmó que sólo quería ser recordado por su música y los momentos compartidos con seres queridos.
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