Portada  |  04 noviembre 2022

Jóvenes con discapacidad intelectual interpretarán en un musical la obra del benefactor italiano Don Uva

El elenco del Centro de Día Don Uva Paraná llega este mes a la ciudad de Buenos Aires para llevara escena la vida y obra de Don Pasquale Uva.

Espectáculos

El 26 de noviembre los chicos que se educan y rehabilitan en el Centro de Día Don Uva de la ciudad de Paraná harán una obra de teatro sobre la vida del sacerdote Pasquale Uva en la sala de teatro del Colegio Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús en el barrio de Belgrano.

La Obra Don Uva nació en 1922 en Italia, y el 20 de agosto cumplió 100 años. En el marco de este aniversario, en Paraná prepararon una serie de festejos, entre ellos, traer a la ciudad de Buenos Aires el musical.  

"Para los chicos es muy importante tener público, por lo que invitamos a todos a acompañarnos el sábado 26 de noviembre a las 18.30 en Av. Luis María Campos 898, CABA", invita la hermana Carmen Patat, representante legal de la Obra Don Uva y la congregación en Paraná.

La Obra Don Uva es una organización religiosa católica administrada por las Hermanas de la Divina Providencia. Sostienen cinco instituciones que trabajan con personas con discapacidad y con ancianos llevando adelante actividades terapéuticas y de alojamiento a una importante cantidad de personas.

Las entradas, que se venden a $200, se pueden solicitar vía WhatsApp en el +54911 6046 9988.

La obra de Don Uva

Sobre la historia de la Obra Don Uva, la hermana Carmen comentó que el padre Pasquale Uva, fundador de la Congregación de las Siervas de la Divina Providencia, fue su creador. Junto a las hermanas, iniciaron una valiosa y noble labor social para asistir y acompañar a las poblaciones más vulnerables, que años después se expandió a otros países. De esta manera, fue en noviembre de 1988 cuando un grupo de religiosas llegó a Paraná, la primera ciudad fuera de Italia en la que se establecieron, para continuar la extensión de su obra hacia otras provincias argentinas y otros lugares de América Latina, con una misión basada desde sus inicios “en un ideal de humana, social y cristiana solidaridad”.

Llegaron a Paraná invitadas por monseñor Estanislao Esteban Karlic y se instalaron en calle Italia 450. “En una casita muy chiquita empezaron su obre un 17 de mayo de 1989, asistiendo a personas mayores en ese momento. Después surgió la escuela para alumnos con discapacidad, que comenzó a funcionar en la parroquia del Carmen, en unas aulas que nos prestaban. En 1994, las hermanas pudieron construir el predio donde funciona la Obra actualmente, y se pudo hacer gracias al aporte de todas las hermanas de Italia que durante 40 años juntaron y ahorraron sus pensiones para comprar el terreno y hacer todo esto”, contó Patat.

Hoy en este espacio funcionan cuatro instituciones que forman parte de la Obra: “Se construyó una parte y en 2003 se pudo hacer la residencia, que fue para dar un mejor servicio para las señoras mayores. En uno de los edificios tenemos además una escuela para niños con discapacidad, que es la N° 19 Nuestra Señora de la Divina Providencia; y el Centro de Día para adultos con discapacidad. Además contamos con un hogar para adultos con discapacidad, en casos en que fallecieron los padres y sus hermanos no tienen cómo asistirlos y vienen a vivir con nosotros. Actualmente residen 40 ancianos y 15 adultos”, indicó.

Hoy tienen grandes desafíos para continuar con la noble tarea que llevan adelante, sobre todo en lo que refiere a la situación económica: “La obra se sustenta con la providencia básicamente”, subrayó la hermana Carmen, quien explicó que se sostienen por el aporte de las obras sociales de las personas con discapacidad a las que les brindan su servicio, y señaló: “Las dificultades económicas son grandes, porque a veces no recibimos el pago a tiempo, o no es suficiente. Son entre 110 y 115 personas las que trabajan acá y asistimos a 170, porque el trabajo con personas con discapacidad y demás requiere de un abordaje de profesionales bastante diverso, contando con quienes se ocupan de la jardinería, la limpieza, la cocina, los asistentes; y también psicólogos, médicos, psicopedagogos, orientadores y demás. Es un abordaje integral el que le brindamos a las personas que asistimos, al tener una visión que implica que haya muchos profesionales en esta tarea”.

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