Por muy fantasiosas que sean las historias que cuentan las películas de Hollywood, en la meca del cine hay ocasiones en las que la realidad supera la ficción. Según un libro escrito por el ex productor de televisión Houston Curtis titulado The Billion Dollar Hollywood Heist (El multimillonario atraco de Hollywood), Maguire gestionó un negocio secreto en el que participaron Leonardo DiCaprio y Ben Affleck, además de anónimos magnates de Hollywood.
La historia tiene todos los ingredientes para un buen argumento: el propio Curtis junto a el actor de Spiderman montaron juntos entre 2005 y 2009, una enorme timba de póquer en Hollywood —primero en casa del actor; después en la suite de un lujoso hotel— en la que, cada martes, millones de dólares se ponían encima de la mesa.
Curtis había ganado en 2004 un campeonato mundial de póquer, aunque Maguire no sabía de su pericia y le invitó a unas partidas; él fue precavido para no desplumar a los demás y no llamar demasiado la atención. Al año siguiente empezarían su negocio.
Entre los famosos que participaron de esas noches de juego, poder y dinero en salones de lujo, estuvieron DiCaprio, Damon, Affleck, los directores Nick Cassavetes (El diario de Noa) y Todd Phillips (Joker) o Guy Laliberté, fundador del Cirque du Soleil. Además, varios millonarios poco conocidos para el gran público, pero a los que, como a cualquier mortal, les gustaba codearse con estrellas de Hollywood, que servían como cebo y para contar anécdotas.
Según Curtis, el productor Rick Salomon —que había adquirido una cierta fama por protagonizar una cinta sexual con Paris Hilton— le hizo varias preguntas en plena partida a Ben Affleck sobre las características del trasero de su entonces reciente ex, Jennifer Lopez.
Las cifras que se manejaban eran extraordinarias. “Ganar 20.000 dólares era como perder”, cuenta Curtis en un adelanto del libro publicado por el diario The New York Post.
En el negocio también estaba implicada la primero novia —desde 2003— y después esposa—entre 2007 y 2017— de Maguire, la diseñadora de joyas Jennifer Meyer, hija del alto ejecutivo y vicepresidente de NBC Ron Meyer. Según Curtis, “quería que se sintiera incluida”. Los jugadores solían darle altas propinas: llegó a ganar 30.000 dólares en una sola noche.
Pero hubo un momento en el que el actor de Spiderman se sintió incómodo por tener a los jugadores en su casa. Fumaban, escupían y pedían pizzas de pepperoni, siendo él vegano. Por eso decidió cambiar el escenario por el Viper Room, el local de Los Ángeles tristemente famoso por ser en el que murió River Phoenix, y después por una suite del hotel Four Seasons.
Poco a poco la existencia de la partida empezó a correr por Hollywood y se unirían a ella ricos “que no sabían ni barajar las cartas”, recuerda Curtis. También fue ahí cuando entró en el juego DiCaprio, íntimo de Maguire desde la infancia; se dice que siempre ganaba. Quien no tuvo tanta suerte fue Matt Damon, que una noche perdió ante Curtis, más de 50.000 dólares. No tenía dinero “y Affleck escribió el cheque por él”.
También desplumó al creador del Circo del Sol: “La primera vez que gané un cuarto de millón de dólares fue la primera noche de Guy. No se lo tomó a mal, ya que invitó a todos los compañeros de timba a volar con él en su jet a Hawái.
Todo acabó en 2009, cuando la timba empezó a ser investigada por abogados pero la sangre no llegó al río porque no habían llegado a quebrar ninguna ley. Sin embargo, la Curtis empezó a perder plata en sus negocios, también su mansión e incluso su mujer se marchó con sus hijas. Tuvo que irse a vivir con su madre y sufrió un problema cardíaco que casi le costó la vida.
Tobey Maguire le prestó 600.000 dólares. No fueron suficientes. Lo perdió todo, pero su salud se recuperó y está escribiendo otro libro, además de éste. Según Curtis, el actor (que logró unos 36 millones de dólares gracias a Spiderman), habría ganado entre 30 y 40 millones gracias a esa larga y afortunada mano de póquer.
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