Hizo personajes entrañables que se destacaron en cada una de las series de TV: de Rosales de Mesa de Noticias, a Saverio, el chef de Chiquititas, pasando por el Tío Teo de ¡Grande, Pa!
En sesenta años de carrera, Alberto Fernández de Rosa se destacó también en el teatro, como por ejemplo en "Orquesta de Señoritas" y en cine participó de la exitosísima saga de la Brigada Explosiva.
En esta entrevista con Érica Fontana para su ciclo "He vivido", nos muestra a la persona detrás de ese actor.
SU INFANCIA
"Me dicen 'Paco' desde muy chico, yo me llamo Alberto Francisco, me eduqué con curas españoles, padres agustinos, y tenía un compañero que se llamaba Alberto Fernández, si bien yo me llamo" Fernández de Rosa ", estaba claro que no te decían todo el apellido ", recordó.
A la vez, continuo: "Como éramos dos albertos fernández, el cura un día dijo 'Vosotros a ver, los dos son Alberto ¿Y tú de segundo, qué?' me pregunta a mí. "Soy Francisco". 'Entonces, Paco' Y a partir de ahí fui Paco ".
"Éramos una familia típica de clase media, mi mamá se ocupaba de la casa, mi papá era contador y docente. Éramos tres hermanos. Yo era muy chiquito y ya quería ser actor, no sé si quería emular a los artistas que admiraba y fui directamente a hablar con mi tío Horacio Meyrialle, que escribía en el único canal que había, recién empezaba la televisión. Y yo le dije 'Quiero ser actor, quiero que me pongas', narró sin embargo, luego de su debut a los 11 años , su tío le aseguró "que esto no era para el".
SU VIDA AMOROSA
Alberto se casó muy joven con Cristina Banegas, a quien acompañaba al colegio ya que tenía 17 años y él 20. Su segunda esposa fue Marta López Pardo y la conquistó con su característico gesto con los anteojos.
"Ese era un truco que inventé para Valentina, mi hija más grande, cuando estaba en la cuna yo le hacía eso y dejaba de llorar. Y así la conquisté a Marta, con los anteojitos, haciendo payasadas", confesó.
LA DICTADURA, EL TRABAJO Y EL EXILIO
Fue uno de los tantos integrantes de las "listas negras" y debió irse a España porque no podía trabajar. Cuando llegó la guerra de Malvinas Carlín Calvo se encargó de que pudiera volver a trabajar.
"Habló en la producción de la telenovela" Juan sin nombre "y les dijo 'Familia Falcón, Fernández de Rosa ...' y me dieron un papelito chiquito, pero me salvó la vida, ahí entré de nuevo en la televisión".
TIEMPOS DE PANDEMIA
"Me deprime. Además he perdido amigos entrañables", confesó Alberto Fernández de Rosa. Sin embargo, consideró que llevab una vida bien vivida donde disfrutó, incluso, de los fracasos "porque el levantarse es también una satisfacción"
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