Portada  |  26 abril 2019

"He vivido": Miguel Jordán, el hombre que brilló en el drama y en la comedia

Alma inquieta, corazón intenso y pasión desmesurada. No te pierdas la entrevista con Erica Fontana.

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Cerca del Congreso y a pasos del Cine Gaumont, frente a una plaza emblemática y pegado a un sitio que lo vio brillar tantas veces en su pantalla, grande. Ahí nos esperaba Miguel Jordan, actor de tantas obras y telenovelas que disfrutamos desde chicos.

La sonrisa amplia y las ganas de charlar hicieron de nuestra visita un paseo que sentí corto, ante tantas anécdotas que vienen desde 1958 cuando debutó en el teatro de revista y con sólo 17 años.

Miguel era de esos chicos locuaces que, para ser único hijo de padre vasco y estricto, despiertan interés por su vocación temprana y temple incansable en busca de un objetivo. Su legado hubiera sido, como en tantos otros hijos únicos, el de seguir con la abogacía que tenía en su papá un nombre hecho y derecho, con nombre, placa y clientes asegurados.

Pero ninguna de esas certezas puede augurar una vida con la adrenalina y las pasiones que el teatro y el cine tiene reservados para sus protagonistas, esos que transitan sus escenarios oscuros de ensayos tardíos y humedad de alfombras que tornan rojas rutilantes y llenas de aplausos, tras cada estreno, o lo que es lo mismo, tras planillas de ratings que devolvían 60 puntos, cuando toda la audiencia rezaba por la historia de amor, de Una voz en el teléfono.

¿Quién podría olvidar entonces al Padre Gaspar, tratando de contener las lágrimas de una Carolina Papaleo sufriente por Raúl Taibo?

El hombre que brilló en comedia y sorprendió en el drama me dejó conocer su alma inquieta, su corazón intenso y su pasión desmesurada, hasta esta misma noche de Otoño, en que juntos descubrimos cómo Ha Vivido su vida , Miguel Jordán...

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