Detrás del éxito de uno de los grandes directores de la escena teatral porteña, se esconde un pasado de lucha para afrontar una infancia compleja marcada por las cargadas, las bromas y el bullying. Para José María Muscari las cosas fueron complejas desde muy chico pero pudo reponerse y en diálogo con Agustina Casanova, contó todo eso que marcó en un informe especial de Telefe Noticias.
"Siempre cuento que vengo de un papá verdulero, una mamá que limpiaba casas y que no sé si se esperaban que a los 8 años su hijo les dijera que quería estudiar teatro", comenzó diciendo en la entrevista referida a lo que fueron aquellos años en los que el aspecto de su papá se convirtió en una especie de enemigo.
"Fue duro por mi papá", remarcó. "Él era más grande que mi mamá y desde que yo era muy chico para todos mi papá era mi abuelo, esa parte fue dura". Para José María, cada vez que sus amigos o compañeros de colegio veían a su padre era un sufrimiento: "Me acuerdo con angustia que mi papá viniera a buscarme. Trataba de evitar que viniera, por lo que me hacían sentir mis compañeros: 'Ahí vino el rengo, el gordo, Papá Noel'. Todo eso me angustiaba porque yo lo amaba a mi papá, pero lo odiaba por que me generaba".
"Son muchas situaciones que me marcaron, yo era hijo único y mi papá venía a la escuela y era una situación de angustia para mí, un cumpleaños era angustia para mí. Todo lo que expusiera que él era mi padre me daba angustia y no sabía cómo expresarselo. Yo me sentía culpable por el padre que tenía, en vez de estar orgulloso de él".
Pero la pesadilla poco a poco terminó y José María logró salir adelante. Hoy, saca pecho por su papá: "Si no fuera por él yo no tendría el éxito que tengo, porque él me bancó desde el primer momento con el teatro".
Comentarios