Cuando recibió el llamado, Marcela se puso contenta. Era un hombre que quería comprar los muebles que ella tenía en venta en Marketplace. Ignoraba por completo que, en realidad, se trataba del primer paso de una estafa virtual. No sólo le terminó robando varios millones de pesos a ella. También a su hijo.
El supuesto comprador le mandó un comprobante de pago falso, por un monto muy superior al que habían pactado. Entonces la llamó desesperado, diciéndole que su madre se había equivocado al colocar la cifra.
Y Marcela le creyó. Le dijeron que alguien del banco la llamaría para solucionar el problema. Al rato, se comunicó otro integrante de la banda que se presentó como Carlos.
Su argucia fue ella no vería el dinero reflejado en su cuenta porque la operación había sido frenada. Que para desbloquearla era necesario que ella ingresara a su aplicación del BBVA e hiciera la simulación de algunos préstamos, para luego transferir el dinero a distintas cuentas que él le iba dictando.
“Todo el tiempo me hablaba de que era una simulación, para ver si de esa manera se podía desbloquear el dinero que supuestamente me habían transferido por error. Nunca me di cuenta de que estaba tomando préstamos reales”, se angustia Marcela.
Pero la historia no terminó ahí. La convencieron de que para finalizar el trámite necesitaban la cuenta de algún familiar. Y Marcela les pasó el contacto de su hijo, Luciano.
“Como mi mamá me dijo que hiciera todo lo que me dijeran, cuando este hombre me llamó no sospeché nada. Me explicó que era necesario que mi cuenta estuviera en cero. Para eso me hizo transferir todos los fondos que tenía”, se lamenta Luciano.
Después le prometió que él lo llamaría en cinco minutos, y que para entonces todo el dinero de él y el de su madre estaría restituido.
Pero pasó el tiempo y el llamado nunca llegó. Luciano quiso comunicarse y ya lo había bloqueado a él y a su madre.
A ella le robaron 10 millones. A él, casi 3.
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