Pacho y los nuevos viejos | Capítulo 2: viejos juntos, viejos felices

Roberto, Soledad, Margarita y Natalia hace varios años que recorren la vejez. Pero eso no les impide llevar adelante una vida social activa donde conocer nuevas personas y hacer amistades. Quedarse solos en casa, no es una opción. 

Roberto tiene 93 años y es el alma del grupo de ajedrez que todos los miércoles se juntan a jugar en Puerto Libre, un espacio para la tercera edad en San Isidro.  El ajedrez era algo que le gustaba, pero luego de que se jubiló de docente, paso a transformarse en una tarea cotidiana. En el grupo de ajedrez es el que organiza los torneos y se encarga de recibir a los nuevos miembros para darles la bienvenida. Para Roberto el ajedrez es la actividad vital que lo mantiene activo mental y socialmente.

Soledad a sus 82 años, de soledad solo tiene el nombre. Mantiene una vida social muy activa en un Club de la zona norte del gran buenos aires. Luego de enviudar, se acercó al club para realizar unas clases de baile, pero pronto encontró ahí mucho más que un espacio donde aprender una danza. Se hizo de un grupo de amigos con los que pasan los días, comen juntos, disfrutan de la pileta y de las tardes frente al río. Todos los días tienen algo nuevo para hacer. El grupo está también cuando alguno de sus miembros tiene algún problema de salud o se deprime. Entre todos forman un equipo de contención colectiva.

Margarita y Natalia tienen 82 años. Las dos viven muy cerca en la zona de San Martín, pero se conocieron recién cuando de grandes compartieron un taller de manualidades en un centro de jubilados municipal. Entre risas confiesan que su secreto para sentirse jóvenes es la sociabilización.

La vejez puede ser un momento para hacer nuevos amigos y hasta amores. Pero combatir la soledad es, para todos ellos, una manera de mantenerse vitales y activos.