La crisis económica tiene muchas caras. Una es la del trabajo informal. Cada vez es más la gente expulsada del mercado laboral formal que sólo logra sobrevivir como cuentapropista. Con todos los perjuicios que eso conlleva.
Según el último informe del INDEC, en el segundo trimestre de 2025 el trabajo informal aumentó 1,6 puntos porcentuales comparado con el mismo período de 2024. Es el pico de los últimos años.
Del total de trabajadores, el año pasado el 41,6% no estaba registrado; ahora el 43,2%, unos 226 mil trabajadores más.
Un ejemplo es lo que le pasó a Raúl, despedido de la empresa mayorista Medamax, donde estuvo 21 años en relación de dependencia.
Durante meses buscó otro trabajo en blanco, pero no encontró nada.
“No me quedó otra alternativa que empezar a trabajar como chofer de aplicaciones con mi auto”, se lamenta.
Ya no tiene vacaciones pagas, cobertura médica, aguinaldo ni un sueldo estable y seguro.
Lo mismo le ocurrió a Ariel, despedido de la fábrica de cerámicos Cortínez, de Luján, junto a 60 compañeros.
Desde los 18 años trabaja en relación de dependencia y por primera vez en su vida laboral se tuvo que enfrentar a la difícil situación de tener un trabajo informal. Ahora vende productos tecnológicos por internet.
Comentarios