Aunque parezca increíble, en plena ciudad de Buenos Aires, mientras miles de personas viajan como corresponde dentro de los trenes de la línea Mitre, ellos se suben a los techos de los vagones para saltar de una a otro y sentir lo que más placer les da: adrenalina.
Pero esa búsqueda de adrenalina no es lo único que los une. También tienen en común ser jóvenes de entre 19 y 25 años y pertenecer a la clase más acomodada de la sociedad. Benjamín es uno de ellos. Y aceptó hablar con Telefe Noticias con la condición de no mostrar su cara.
“Esto empezó en Sudáfrica con gente que realmente viajaba en los techos de los trenes porque no tenía lugar dentro del vagón. Y después se convirtió en una actividad en muchas partes del mundo”, cuenta.
Así, inspirado por ese fenómeno que nació por necesidad y se globalizó por diversión, Benjamín y un grupo de amigos del colegio comenzaron hace cuatro años a “surfear” trenes.
“Después de un tiempo lo hablé con mis padres, porque soy consciente de que puedo tener un accidente. No les gustó, pero tampoco me lo prohibieron”, explica Benjamín, quienes además siempre sale con varias cámaras para grabar todos sus movimientos.
La elección del ramal Mitre no es casualidad. Saben que el tendido eléctrico, a diferencia de otras líneas, va por debajo de tren, con lo cual no tienen riesgos de tocar un cable y electrocutarse.
Claro que no están exentos de otros peligros. Como alguna caída o golpearse con cualquier otro objeto. De hecho, en países como en Francia ya hubo varios accidentes fatales por practicar esta actividad.
Igual ni eso ni nada parece amedrentar a los surfers de trenes. Por las noches siguen saliendo a surfear vagones. Y también la muerte.
Texto: Pablo Kuperszmit
Twitter: @PabloKuper
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