En tiempos donde pareciera que los vínculos tienden a ser cada vez más efímeros, rápidos y descartables, hay historias que son excepciones a la regla, historias que hablan de idas y vueltas, de errores, aprendizajes, y de decisiones valientes. Este informe habla de este segundo tipo de vínculos, retrata a dos parejas que atravesaron el amor, la maternidad y paternidad, la separación… y también el reencuentro.
Paola y Javier se conocieron siendo apenas unos chicos. A los 14 ya eran novios, y con 19 años ella, en 1995, se casaron por primera vez. Tuvieron dos hijas y compartieron 17 años de matrimonio, hasta que en 2012 decidieron separarse. Durante 13 años hicieron caminos diferentes: nuevas parejas, nuevos hijos, y una familia que, a pesar de todo, siempre se mantuvo conectada. En 2025, en el mismo pueblo donde todo había empezado, volvieron a elegir estar juntos. El 6 de junio se casaron por segunda vez.
La historia de Sonia y Tony también desafía los finales. Se conocieron hace 31 años, gracias a una foto y un flechazo. Estuvieron diez años juntos, tuvieron dos hijos y una casa propia. Luego, la vida los llevó por caminos separados durante 14 años. Hubo nuevos amores, nuevas familias, y hasta un hijo más. Pero hace siete años decidieron volver a intentarlo. Hoy viven juntos, en la misma casa donde, alguna vez, soñaron el futuro.
Son dos relatos que no idealizan el amor, pero sí lo celebran en una forma más profunda: como un acto de madurez, de libertad y de reencuentro. Porque a veces, el amor se transforma, se pausa… pero no desaparece.
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