Portada  |  26 septiembre 2018

"Yo me burlé de la justicia”: la confesión de una mujer que mató a tres policías

A los 15 años, en un asalto a una joyería de Capital Federal, junto a dos cómplices mató a tres policías de civil. Logró escapar tras el hecho pero horas después se entregó a la justicia porque no quería que su familia fuera hostigada.

Informes Especiales

Elisabet Patricia Villagra tiene 40 años y estuvo 23 en la cárcel. Uno de los primeros recuerdos que tiene de chica es ver que en su familia había vendedores de droga y piratas del asfalto. “Yo no iba a ir con los transas, así que elegí robar”, asegura 

A los 8 años comenzó a fumar marihuana y empezó a robar, iba sola a los negocios y pungueaba a los que estaban despistados. Era la consentida de sus tíos delincuentes.

De muy chica padeció la violencia de sus padres, la madre la golpeaba muchísimo y la encadenaba en el patio. Comenzó a vivir en hogares de tránsito, era la mayor de 11 hermanos. 

La primera vez que tuvo un "fierro" en la mano fue a los 13 años, se lo vendió un policía por 300 pesos en la década de los 90. A esa edad ya sabía usar una 9 mm y escopetas. Los institutos donde caía no la reformaban, la empeoraban.

De adolescente comenzó una carrera delictiva que no paró jamás: Elisabet recuerda con orgullo que se tiroteaba con la policía y nunca se avivaban que era ella porque escapaba por los pasillos laberínticos de la villa, se cambiaba la ropa y aparecía como si nada.

Odiaba a los transas y los violadores, a un vecino que intentó violar a una nena del barrio le metió un tiro en la panza. Era muy respetada en la villa, “a mí nunca me ganaron una pelea”, asegura. Cuando intentaron detenerla la primera vez llegaron más de 20 patrulleros a buscarla, salió y empezó a golpear a los policías que no podían pararla.

En 1992, con 15 años, mató a tres policías durante el robo y toma de rehenes a una financiera de Belgrano, dice que los medios la apodaron “la colegiala asesina”. Por las tres muertes no tuvo ninguna condena porque nunca pudieron comprobárselo, dice que ahora lo cuenta porque prescribió.  Por el robo si la condenaron a 5 años, que los pasó en el pabellón de menores de Ezeiza.

Ahí estuvo hasta los 20 años, salió en la calle no duró más de dos horas. Consiguió un revolver a la salida del penal y comenzó un raid delictivo que incluyó el robo a almacenes, un autoservicio y dos casas de telefonía celular. La detienen cuando intentó robar un auto y secuestrar al chofer.

Tuvo un hijo sólo que lo asesinaron a los cuatro años edad en una venganza contra uno de sus hermanos. Se quiebra cuando habla de esto y prefiere no hablar del tema.

En los pabellones se peleó muchas veces y cuenta que en la unidad 29 la violaron. Tiene muchas partes del cuerpo con tatuajes tumberos con los nombres de sus familiares, además de varias cicatrices por lastimarse ella misma y por participar de peleas. Dice que por un ajuste de cuentas en su barrio le dieron 17 puñaladas en la espalda.

Comentarios