Portada  |  12 septiembre 2025

Zona de riesgo: aumentan los casos de infecciones de transmisión sexual entre adultos mayores

El aumento de las infecciones de transmisión sexual (ETS) en adultos mayores es una tendencia preocupante a nivel mundial.

Informes Especiales

En los últimos dos años los diagnósticos de herpes simple, gonorrea, sífilis, clamidiasis, hepatitis B y tricomoniasis aumentaron un 23% en personas mayores de 60 años.

En varios países, especialmente en regiones de ingresos elevados, hay un incremento en casos de VIH, gonorrea y sífilis en personas de 60 a 89 años, atribuible a factores biológicos, sociales y culturales, y a la falta de prevención específica en este grupo etario.

La actividad sexual activa en la vejez es un factor central en esta subida, junto con el menor uso del preservativo y desconocimiento del riesgo.

En Argentina, según el Ministerio de Salud de la Nación, se registran aproximadamente 210 nuevos diagnósticos anuales de VIH en adultos mayores de 60 años, con un 75% en varones y 25% en mujeres, y con una mayoría de diagnósticos tardíos. La principal vía de transmisión es sexual. Existe además un subregistro y un déficit en la oferta de testeos y prevención en este grupo etario, a pesar de que las personas mayores acuden más al sistema de salud que los jóvenes.

La Fundación Huésped presentó un estudio basado en datos comparativos de dos encuestas realizadas en los años 2015 y 2024 a personas mayores que participaban en centros de jubilados de la Ciudad de Buenos Aires con el fin de identificar las principales barreras en el acceso a los servicios de salud sexual en CABA de las personas mayores y
comparar los cambios en esos 9 años.

"La mayoría de las personas mayores encuestadas refiere nunca haberse realizado un test de VIH. Si bien se destaca un aumento en 8 puntos porcentuales en el acceso al testeo (del 29% al 37%), resulta significativo que más de 6 de cada 10 personas mayores nunca se
realizaron un test de VIH", destacan desde la Fundación Huésped.

"Al indagar entre las principales causas por las que las personas mayores
deciden no testearse, encontramos en primer lugar la percepción de no
considerarse en riesgo y en segundo término, el hecho de tener una 'pareja
estable'. Entre quienes sí se realizaron el test de VIH, se destacan como
motivación principal la prescripción médica por enfermedad o cirugía y el
chequeo general; y disminuye levemente la 'situación de exposición'”, arroja el estudio como resultado.

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