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Bolivia y Chile esperan en vilo el fallo de La Haya sobre el acceso al mar
Cinco años después de que Bolivia demandara a Chile ante la Corte Internacional de Justicia en un busca de un pronunciamiento sobre la supuesta obligación de negociar un acceso al Pacífico, este lunes se celebra en La Haya, Países Bajos, la lectura de la sentencia, inapelable y obligatoria.
Con cortocircuitos en las relaciones diplomáticas desde 1978, tras la suspensión unilateral de Bolivia, el fallo se espera con máxima expectación en ambos países, donde la opinión pública se endureció en lo referente a este ya histórico conflicto.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, esperará el resultado del juicio en La Moneda junto a su canciller, Roberto Ampuero, y los máximos representantes del poder legislativo y judicial. El mandatario boliviano, Evo Morales, en tanto, presenciará la audiencia pública en La Haya, arropado por varios expresidentes del país sudamericano.
“Todos los temas contenidos con Bolivia fueron resueltos de forma clara y categórica en un tratado libre y voluntario que se encuentra plenamente libre y vigente en 1904. Chile va a cumplir y hacer cumplir el tratado de 1904. Hemos defendido y vamos a seguir defendiendo, con todos los instrumentos de la historia y del derecho internacional, nuestra integridad territorial”, señaló Piñera, que el pasado martes se reunió en la Casa de Gobierno con los expresidentes Eduardo Frei (1994-2000) y Ricardo Lagos (2000-2006), que llamaron a Chile a esperar la sentencia de este lunes con tranquilidad.
El Ejecutivo boliviano espera la conclusión de la causa que inició en la Corte Internacional de Justicia en contra de Chile dispuesto a celebrar una victoria diplomática sobre su histórico rival y con grandes expectativas de que el fallo inicie “una nueva era” en las relaciones bilaterales. Hace algunos meses, el optimismo del presidente, Evo Morales, le llevó a expresar públicamente que su país estaba "muy cerca" de volver a tener acceso al Pacífico.
La realidad indica que, con independencia de lo que diga el fallo, el avance de la ancestral demanda boliviana dependerá de la voluntad de los gobernantes chilenos de asumir las obligaciones que pudiera imponerles la Corte. Morales invitó al “hermano presidente de Chile, Sebastián Piñera” a encontrar “fórmulas de entendimiento para cerrar las heridas abiertas hace más de 100 años”.