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Buscó a su donante de esperma anónimo con el que tuvo una hija y la respuesta fue muy dura
Una mujer quiso ser mamá y quedó embarazada gracias al servicio de un banco de esperma. Cuando su hija ya tenía 5 años investigó la identidad del donante anónimo y recibió una advertencia con una multa de 20.000 dólares por no cumplir con el reglamento de confidencialidad. Además, le quitaron las ampollas que había comprado para otro embarazo.
La protagonista de la historia es Danielle Teuscher, una joven estadounidense de Portland, mamá de Zoe. Según su propia versión, la intención original fue averiguar mediante un análisis de ADN el origen de los ancestros de su hija, para poder detectar y prevenir problemas de salud.
El estudio, que lo realizó en la clínica de diagnóstico genético 23andme, arrojó un resultado que la sorprendió por completo: la genética de Zoe coincidía con la de una señora que probablemente era su abuela paterna.
Luego de varias semanas pensando si sería correcto contactar a la mujer, Danielle le escribió un mensaje a través de una plataforma propia del laboratorio donde se hizo el estudio.
“Hola, creo que su hijo podría haber sido el donante de mi hija. He pasado semanas pensando en contactarla o no. Lo último que querría hacer es excederme o hacer que alguien se sienta incómodo. En cualquier caso, solo quería decirle que estamos aquí, y que estamos abiertas al contacto. Con nuestros mejores deseos, Danielle y Zoe”, escribió la joven.
Lejos de recibir una respuesta positiva, la mujer, que se identificó como Jennifer, le dijo que no entendía el mensaje. Entonces Danielle se disculpó y no volvió a escribirle.
Northwest Cryobank dijo que no todos los donantes querrán acceder a conocer a las familias que recibieron el esperma y que eso también es un derecho. “Del otro lado de la donación hay un ser humano que puede tener una pareja, padres, un empleo e hijos propios”, detalló la institución. “Y el contacto no solicitado “podría poner en peligro esas relaciones y esas familias”.