Terror. Pánico. Y dolor. Eso es lo que refleja un video que se conoció en las últimas horas y muestra la masacre del boliche Pulse, en Orlando, en su lado más crudo.
Allí se observa cómo un grupo de jóvenes, 30 al menos, se esconden en el baño de la disco, implorando para que el asesino no los encuentre.
Apretados, intentan contener las lágrimas y guardar silencio. El video fue capturado por Miguel Leiva, uno de los sobrevivientes, quien logró salir con vida, aunque sufrió un impacto de bala.
Allí se refugiaban mientras el asesino les exigía, a los gritos, que salieran del escondite. La mitad de los que se resguardaron allí fueron asesinados, según cuenta Leiva.
"Nada más estuvimos ahí quietos, y todo el mundo tenía sus teléfonos y llamaban", recuerda Leiva. Y en diálogo con Daily News, dijo que la única forma que tuvieron para hacer saber a sus familias que estaban bien fue "grabarlo todo”.
El domingo 12 de junio, Omar Mateen ingresó armado al boliche gay de Orlando y causó, antes de ser abatido por la Policía, una de las mayores masacres de los Estados Unidos, tras la cual perdieron la vida 50 personas, y más de 50 resultaron heridas ante el feroz ataque homicida.
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