El calvario de una mujer torturada 11 horas por soldados de la marina de México

Una mexicana denunció cómo un grupo de soldados de la marina irrumpió en su casa la noche del 10 de mayo de 2013 y luego de someterla a brutales torturas la violó, hasta que después de 11 horas accedió a firmar una confesión por la que estuvo cinco años y media presa, acusada de posesión de armas, tráfico de drogas y operación con recursos de procedencia ilícita.

Tras recuperar la libertad, al no encontrase pruebas suficientes, Magdalena Saavedra decidió que no podía callarse y dio su testimonio al diario El País, en un relato que una vez más aviva el debate sobre las violaciones de derechos humanos de las Fuerzas Armadas.

La noche en que la secuestraron, nueve marinos entraron a su casa, le pusieron una bolsa en la cabeza, la golpearon, electrocutaron y la abusaron sexualmente en grupo. Jamás le mostraron una orden judicial, ni tampoco le dijeron que sucedía. Más tarde se enteró que eran parte del Ejército de México. Mientras la sangre le corría por el cuerpo y pensaba que eran los últimos minutos de su vida, recuerda que un médico que se identificó como de la Marina la observó y les recomendó a los agresores que esperaran antes de seguir.

Saavedra es madre soltera de tres hijos, tiene 51 años y su caso fue denunciado por el Centro Prodh, de referencia nacional en la defensa de los derechos humanos, junto a otras 28 denuncias que dejaron al descubierto las terribles prácticas perpetradas por los cuerpos de seguridad del Estado, militares y policías, al detener a sospechosas de colaborar con el narcotráfico.

En la confesión que fue obligada a firmar, dijo que había trabajado como operadora del crimen organizado. Esa confesión fue la única “prueba” por la que la condenaron. Nadie habló de las torturas, de la violación, de la humillación a la que fue sometida y que nunca olvidara. “Toqué la muerte, pero sobreviví”, le dijo al diario El País.

Foto: Gentileza diario El País.