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El fotógrafo de Hitler que murió en Bolivia y no quería que le dijeran nazi

"Él sólo era un fotógrafo y cineasta. Además admiraba a Rommel", cuenta a la BBC su hija Beatrix Ertl, de 70 años, desde una modesta casa en el barrio pobre de Kupini, en La Paz.
Por Telefe Noticias

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El alemán Hans Ertl Graetzel fue el camarógrafo de Olympia, una memoria fílmica de los Juegos Olímpicos de Berlín hecha en 1936 por Leni Riefenstahl. Ertl desarrolló su arte durante la época de Adolfo Hitler y en favor de su régimen, aunque nunca se consideró nazi.

"Él sólo era un fotógrafo y cineasta. Además admiraba a Rommel", cuenta a la BBC su hija Beatrix Ertl, de 70 años, desde una modesta casa en el barrio pobre de Kupini, en La Paz.

Allí guarda las fotografías de quien en su momento fue el fotógrafo oficial del mariscal Erwin Rommel, que le peleó la popularidad a Hitler y que se suicidó en 1944 tras ser acusado de participar en un atentado contra el Führer. El fotógrafo se asiló en Bolivia después que el régimen alemán los persiguiera a él y su familia en la posguerra.

Unos 37 años después del filme que sirvió de propaganda al nazismo, un ex alto oficial de la poderosa SS (Schutzstaffel, el cuerpo de defensa del régimen) delató a una de las hijas de Ertl, que se había hecho guerrillera y murió asesinada en La Paz.

Esa fue una razón más por la que al "Viejo ermitaño", "El gringo", "El loco" y "El escritor" -como lo conocían a Ertl en San José de Chiquitos, en el departamento de Santa Cruz, este de Bolivia- no le gustaba para nada que le dijeran nazi.

Ertl, que había nacido en la ciudad alemana de Munich, murió a sus 92 años, el 23 de octubre del año 2000 en su estancia La Dolorida, en el municipio de San José de Chiquitos.

El fotógrafo, apasionado del andinismo, había llegado a Bolivia en 1948 para una serie de expediciones a la Cordillera Real. En 1953 volvió, esta vez junto a su familia: su esposa Aurelia y las pequeñas Mónika, Haidi y Beatrix.