El desprendimiento de tierra ocurrió el martes pasado en el pueblo de Massara, en la isla meridional de Mindanao, la segunda más grande de Filipinas.
Al menos 15 personas murieron y 31 resultaron heridas, además de un centenar de personas que continúan desaparecidas, según el último balance de las autoridades.
La niña fue encontrada por los servicios de rescate que cavan entre los escombros con palas y sus propias manos en busca de sobrevivientes, según informó hoy la agencia France Press (AFP).
"Es un milagro", dijo el encargado de la agencia de gestión de desastres, Edward Macapili, ante el hallazgo de la niña de quien se desconoce la edad. Y agregó: "Esto da esperanza a los socorristas".
El alud de barro provocado por recientes lluvias y otros factores que aún se desconocen, debido a que se trata de un pueblo minero, destruyó numerosas casas y sepultó tres colectivos y una camioneta, que se utilizaba para transportar a los trabajadores de una mina de oro.
Los desprendimientos de tierra son frecuentes en este archipiélago del sudeste asiático por su terreno montañoso, las lluvias y la desforestación provocada por la minería, la agricultura y la tala ilegal.
Télam
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