El pasado miércoles, el pontífice rompió el protocolo e hizo subir a Pete Lombardi al papamóvil, quien junto a su familia llegó desde Ohio hasta la plaza San Pedro para cumplir su deseo de conocer al papa.
Desde hace algunos años el pequeño deseaba conocer al líder de la iglesia católica, durante la visita que el papa realizó a Estados Unidos en 2015 no pudo acudir a ninguno de los eventos debido a que estaba sometido a un tratamiento de quimioterapia. Por ello, tres años después, la fundación Make-A-Wish hizo realidad el sueño del niño y lo trasladó hasta la Ciudad del Vaticano.
Pero el papa Francisco hizo que la experiencia fuera todavía mucho mejor para Pete ya que espontáneamente, mientras realizaba su recorrido se detuvo y lo invitó a subirse al papamóvil. El niño, con evidente alegría lo acompañó. El pontífice, además, le colocó una corona de globos en la cabeza.
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