A minutos de que se conozcan los números finales de los comicios del domingo, Lula –saco oscuro y con su esposa al lado y Dilma Rousseff atrás- afirmó que en los días que quedan hasta el balotaje “habrá que conversar más con la gente y convencer a la sociedad” de qué es lo conveniente para el país.
La campaña de Lula había preparado una fiesta de la victoria que finalmente tuvo más frialdad debido a no se logró el resultado esperado.
"De cero a diez, el nivel de alegría es 4", le dijo a Télam una manifestante en la Avenida Paulista.
En el escenario estaban la expresidenta Dilma Rousseff y el candidato a gobernador Fernando Haddad, que salió segundo detrás del bolsonarista Tarcisio de Freitas, exministro de Infraestructura de Bolsonaro y una de las figuras de la elección por su sorpresiva victoria. (Télam)
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