El candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio fue asesinado a tiros tras participar de un mitin el miércoles en Quito. El dirigente de la alianza Construye-Gente Buena (integrada por partidos de centro) tenía 59 años y era uno de los ocho candidatos de la primera vuelta de las presidenciales que se celebran anticipadamente el 20 de agosto en Ecuador, país que sufre un aumento de la violencia vinculada al narcotráfico.
Pocos minutos después, la Fiscalía General del Estado de Ecuador confirmó que uno de los sospechosos falleció mientras era trasladado, herido de bala, a un hospital. En total, hay 9 heridos por el atentado.
Apenas un día atrás, Villavicencio había denunciado amenazas contra él y su equipo de campaña, supuestamente provenientes del líder de una banda criminal ligada al narcotráfico, que está detenido. "Pese a las nuevas amenazas, seguiremos luchando por la gente valiente de nuestro #Ecuador", había escrito Villavicencio en la red social X.
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De acuerdo con una encuesta de Cedatos, de los ocho candidatos presidenciales, la intención de voto está liderada por la abogada Luisa González (26,6%), única mujer en liza y afín al exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), seguida de Villavicencio (centro, 13,2%), del abogado indígena Yaku Pérez (izquierda, 12,5%) y del economista y exvicepresidente Otto Sonnenholzner (derecha, 7,5%).
Los comicios planificados para fin de agosto están signados por la violencia política. Al magnicidio de Villavicencio -periodista, exdirigente sindical, exasambleísta y duro crítico del correísmo- se suman las amenazas que recibieron varios integrantes del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Violencia en ascenso
Ecuador afronta en los últimos años un embate de la violencia ligada al narcotráfico, que en pleno proceso electoral deja la muerte de Villavicencio, un alcalde y un candidato a diputado.
La guerra por el poder entre bandas narco ha derivado en constantes masacres carcelarias, algunas de las peores registradas en América Latina y que dejan más de 430 presos muertos desde 2021.
La criminalidad en el país duplicó la tasa de homicidios en 2022, cuando llegó a 25 por cada 100.000 habitantes, mientras que hasta junio de 2023 era de 18. Para este año, expertos consideran que trepará hasta 40.
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