El pasado mes de marzo Sara llegó al mundo antes de tiempo. El nacimiento se anticipó 15 semanas y pesó 700 gramos. Ahora, después de cuatro meses, la pequeña fue dada de alta en Málaga, España, sin ningún tipo de secuela, en una evolución que se considera un éxito.
Los médicos del Hospital El Ángel celebraron el alta médica. Es que la Sociedad Española de Neonatología establece que en las semanas 23 y 24, la mortalidad de los bebés es de más del 90 por ciento y los prematuros que sobreviven quedan con secuelas importantes.
”Si un bebé nace en la semana 25 sin malformaciones y con una buena vitalidad hay que darle una oportunidad en la unidad de cuidados intensivos para que salga adelante”, indicó el neonatólogo Emilio Pérez Bonilla.
Sin embargo ese no fue el caso de Sara, que ganó la pelea. La bebé estuvo tres semanas conectada a un respirador artificial y luego pasó a una incubadora para continuar su desarrollo cerebral, del corazón y ocular.
“Su caso es todo un éxito, ya que no padece secuelas”, dijeron desde el Hospital El Ángel. La pequeña fue dada de alta con un peso superior triple que al nacer. Los médicos aseguran que el factor determinante fue alimentarla únicamente con leche materna.
Fuente: La Vanguardia.
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