Zachary Atwood, de 31 años, pasará toda su vida en la cárcel después de ser declarado culpable del asesinato en primer grado de Mitchell Goss, de tres meses de edad, en su casa de Greenbrier, Arkansas, en mayo de 2016, tras sentarse varias veces sobre la cabeza del bebé.
Atwood se sentó sobre la cabeza del niño, por entonces su hijastro, hasta matarle, según ha declarado Leslie Goss, la tía del pequeño. Tras matarle, colocó al pequeño sin vida en la cuna.
Fue el hermano mayor del niño el que encontró al pequeño Mitchell sin vida en la cuna, según publica el diario británico Metro.
La autopsia del niño reveló que el bebé murió después de que Atwood se sentase deliberadamente sobre su cabeza. Por ello, por lo que consideran una "extrema indiferencia ante el valor de la vida humana", ha sido condenado a cadena perpetua.
Por su parte, Michelle Thomas, la madre del bebé, declaró haber sido maltratada por el asesino de su hijo. Además, dijo que intentó controlar todos los aspectos de su vida y no la dejaba tener acceso al móvil o al teléfono.
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