un preso brasileño siembra el terror entre sus compañeros de celda y ninguna cárcel quiere alojarlo.
El hombre, conocido como Lucifer, descuartiza a sus víctimas y causa pánico hasta en los guardias. En una ocasión masacró a 5 presos mientras gritaba que le parecían pocos, y pedía más.
Este sangriento hecho ocurrió el 2 de febrero del 2015 en la Penitenciaría Presidente Venceslau 1, donde se encuentran presos los criminales más peligrosos de Brasil.
Allí los guardias se toparon con el cuerpo de Francinilzo Araújo de Souza, con el abdomen abierto, las vísceras arrancadas y la cabeza cortada. El 15 de ese mismo mes encontraron el cadáver de Cauê de Almeida, en la celda 145, en las mismas condiciones. En ambos casos, los asesinos, sus compañeros de celda, estaban en silencio junto a sus víctimas.
Esos brutales crímenes fueron una especie de tarjeta de presentación de la hermandad Resgate do Bonde Cerol Fininho, grupo fundado dos años antes con la misión, según sus integrantes, de asesinar a integrantes del grupo Primer Comando de la Capital (PCC), considerada la asociación criminal más grande de Sudamérica, con rituales especialmente crueles. Documentos interceptados por la policía revelan, en cambio, que otro de los objetivos del grupo es tener un centro penitenciario solo para ellos, y para ello han estado tomando como rehenes a los guardias de la prisión, según el portal R7.
Según informa un artículo del reportero João Almeida Moreira, publicado en Diário de Notícias, el grupo de asesinos está encabezado por Marcos Paulo da Silva, el fundador de la hermandad, a quien se conoce como Lucifer.
Cerol Fininho y Lúcifer fueron noticia en los últimos días luego de una publicación en el blog del experto en seguridad Josmar Jozino en el portal UOL: el reportero presenta al criminal de 42 años como "el rostro de la muerte" en las cárceles más peligrosas de Brasil. Lucifer, que ya ha dado muerte a 48 presos, tiene una sentencia acumulada de 217 años y 3 meses de prisión.
Lucifer, arrestado en 1995 a los 18 años por hurto y atraco, cometió todos los asesinatos dentro de las cárceles brasileñas. Los primeros fueron al servicio del PCC, al que se incorporó a los 19 años.
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