Portada  |  22 septiembre 2022

La mujer libanesa que robó sus ahorros sostiene que no es una criminal: "Estamos en el país de las mafias"

Sali Hafiz estuvo en el centro de la escena hace unos días por una toma de rehenes en el banco donde guardaba su plata. Desde aquel momento se encuentra escondida en el valle de Bekaa.

Internacionales

Sali Hafiz, la protagonista de la toma de rehenes en el Banco Blom para pedir que le den sus ahorros retenidos hace años por la medida del Gobierno, habló luego del suceso en la que se la catalogó como una "criminal", mientras que para otros es una "heroína".

"Estamos en el país de las mafias. Si no eres un lobo, los lobos te comerán", dijo Sali a Reuters

Hafiz asaltó una sucursal de Beirut del BLOM Bank, tomando por la fuerza unos 13.000 dólares en ahorros en la cuenta de su hermana congelada por los controles de capital que los bancos comerciales impusieron de la noche a la mañana en 2019 pero que nunca se legalizaron.

Las imágenes del incidente, en las que amartilla lo que luego resultó ser una pistola de juguete y se para sobre un escritorio mandando a los empleados a que le entregan fajos de billetes, la convirtió instantáneamente en una heroína popular en un país donde cientos de miles de personas están bloqueados de sus ahorros.

Según expresó mientras ocurría el hecho, necesitaba de los ahorros para salvarle la vida a su hermana que padecía cáncer cerebral y debía ser operada. 

Pese a que Sali es la protagonista más recordada, otras personas fueron por el mismo camino y el viernes de la semana pasada la Asociación de Bancos de Líbano informó que por los 11 saqueos sufridos en menos de 24 horas, los bancos permanecerían cerrados desde el lunes 19 al 21 de septiembre. 

George Haj, del sindicato de empleados bancarios, manifestó que los atracos eran una ira equivocada y que deberían dirigirse al estado libanés, que era el principal culpable de la crisis.

“Tal vez me vieron como una heroína porque fui la primera mujer que hace esto en una sociedad patriarcal donde se supone que la voz de una mujer no debe ser escuchada”, dijo Hafiz, y agregó que no tenía la intención de dañar a nadie pero que estaba cansada de la inacción del gobierno: “Todos están confabulados para robarnos y dejarnos pasar hambre y morir lentamente”.

El Banco Blom sacó un comunicado tras el hecho donde explicó que la sucursal había cooperado con la solicitud de fondos de Sali, pero solicitó documentación como lo hacen con todos los clientes que solicitan excepciones humanitarias a los controles informales. Hafiz regresó dos días después con una pistola de juguete con la que había visto jugar a sus sobrinos y una pequeña cantidad de combustible que mezcló con agua y derramó sobre un empleado.

Luego de escapar de la sucursal Hafiz publicó en su Facebook que ya estaba en el aeropuerto y de camino a Estambul, pero antes había ido hasta su casa donde se disfrazó con una bata, un pañuelo en la cabeza y se colocó un bulto de ropa sobre el vientre para parecer embarazada. Cuando la Policía llegó, ella bajó pero nadie la reconoció: "Debe haber tenido miedo de que diera a luz delante de él. Bajé delante de todos ellos, como 60 o 70 personas... me estaban deseando suerte con el parto. Fue ... como en las películas", relató. 

Por último, Sali sostuvo que se entregaría una vez que los jueces "pongan fin a una huelga paralizante que ha retrasado los procedimientos legales y ha dejado a los detenidos languideciendo en la cárcel". (NA)

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