Es gigantesco. Pesa 200 kilos y debe medir más de 1,90 metros. Mata a sus víctimas con un sable. Completamente cubierto de la cabeza a los pies. Y de su rostro solo se le ven los ojos. Nadie sabe quién es. Pero su fama temeraria e implacable lo ha vuelto famosos. Lo llaman The Bulldozer, “La Topadora”, del Estado Islámico, y es su verdugo más temido. Y en poco tiempo cosechó una larga lista de atrocidades.
Lo suyo no solo es el sable afilado, con el que decapita y corta manos. También se lo ha visto con ametralladoras Browning de 50 kilos.
La peor de sus acciones quizá sea el castigo que aplicó a un chico de 14 años, que se rehusó a sumarse a las huestes de la organización terrorista: le cortó una mano y un pie.
Omar, la víctima, logró escapar, y contó su historia al británico Channel 4. “Puso mi mano en un bloque de madera y la amputó con un cuchillo de carnicero. Después hizo lo mismo con mi pie”, dijo.
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