Catalina Muñoz fue fusilada en septiembre de 1936 en Palencia durante la Guerra Civil Española. Su pecado: ser esposa de un dirigente republicano. En el momento de su ejecución, la víctima tenía cuatro hijos. El más pequeño de ellos tenía apenas ocho meses. Y cuando el pelotón de ejecución franquista se la llevó al paredón, ella llevaba aún el sonajero de su bebé en el bolsillo.
Ochenta años después, los trabajos arqueológicos realizados en una fosa común en La Carcavilla, un parque ubicado en la ciudad de Palencia, permitieron recuperar el sonajero. “Estaba tan nuevo que no parecía de la Guerra Civil”, explicaba el arqueólogo del CSIC Alfredo González-Ruibal durante una conferencia que tuvo lugar el pasado 9 de abril.
Esta mujer de 37 años y natural de Cevico de la Torre, un pueblo situado a apenas 30 kilómetros de Palencia, fue arrestada en agosto, un mes después del golpe de estado dirigido por el general español Franco.
El marido de Catalina, Tomás de la Torre, ya estaba entonces en la cárcel acusado de asesinar a un falangista durante una pelea, según explica El País.
La víctima, de 37 años, fue arrestada en 1936, poco más de un mes después del golpe de estado de Franco. La mujer fue fusilada el 22 de septiembre, después de que un tribunal la condenara por rebelión
Comentarios