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Una joven se arrancó los ojos tras sufrir alucinaciones por consumir metanfetamina

Los médicos no pudieron hacer nada para la chica recupere la vista. Su madre fue quien dio a conocer el caso para generar conciencia sobre el consumo de drogas.
Por Telefe Noticias

Una joven se arrancó los ojos tras sufrir alucinaciones por consumir metanfetamina | Internacionales
Internacionales: Una joven se arrancó los ojos tras sufrir alucinaciones por consumir metanfetamina

Una joven de 20 años de Anderson, en Carolina del Sur, Estados Unidos, se arrancó sus propios ojos frente una iglesia al estar bajo los efectos de la metanfetamina. Su madre fue quien dio a conocer el caso para generar conciencia sobre el consumo de drogas.

Según informó People, varios testigos del hecho intentaron ayudar a la chica, identificada como Kaylee Muthart, pero ella se negó. Fue entonces cuando dieron aviso a los servicios de emergencia, quienes la trasladaron al Hospital Greenville Memorial.

Los médicos que la atendieron no pudieron salvarle los ojos pero limpiaron los restos que quedaban dentro de sus órbitas para prevenir infecciones.

Katy Tompkins, madre de la joven, contó el difícil momento en que los médicos le comunicaron que su hija no iba a volver a ver. "Fue una lucha, ni siquiera puedo explicar esa sensación cuando me enteré, fue horrible", dijo.

Y agregó: "Estaba agradecida de que estuviera viva, pero sabía que algo andaba mal con ella".

Los especialistas que atendieron a Muthart creen que consumió metanfetamina probablemente mezclada con otro químico, lo que le causo alucinaciones.

Los testigos contaron que la joven estaba “patas arriba” frente a una iglesia y que aseguraba que unas voces en su cabeza le gritaban que “sacrificara sus ojos” para poder llevarlos al cielo.

Mientras la joven se recupera, su mamá contó su historia a los medios locales para generar conciencia. Tompkins aseguró que su hija empezó a consumir marihuana y después metanfetamina sin que nadie lo supiera cuando se mudó de casa hace un año.

La joven había aceptado entrar en una clínica de rehabilitación una semana antes del suceso. “Llegué demasiado tarde", lamentó su madre.