Un inusual gesto de perdón emocionó a los asistentes de un juicio por homicidio en Kentucky, Estados Unido.
El crimen ocurrió en 2015. Salahuddin Jitmoud, un repartido de pizza de 22 años, fue asaltado y asesinado durante su ruta de trabajo.
La Policía arrestó a tres personas y durante el juicio condenaron a Trey Relford como uno de los responsables.
Relford confesó complicidad en el homicidio, el robo y el intento de manipular evidencia, por lo que recibió una pena de 31 años de cárcel.
Previo a conocerse la sentencia se produjo el inusual gesto. Sombat Jitmoud, el padre de la víctima, hizo uso de la palabra para recordar a su hijo, a quien describió como gentil, generoso y tímido. Acto seguido se dirigió a Relford y le dijo que lo perdonaba de parte de él, su hijo y su madre, fallecida unos años antes que Salahuddin.
Para completar esas palabras, el padre del joven asesinado se abrazó al condenado.
Más tarde, Jitmoud explicó que de esa manera siguió el espíritu del Islam, religión que profesa.
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