"Los icebergs no son peligrosos, sino el hombre que sube al iceberg, porque tomó una mala decisión".
Son las palabras de Michael Horne, quien se subió junto a otro compañero de su expedición de aventura a una de esas masas de hielo y terminó en las aguas del Ártico cuando el bloque se dio vuelta.
El hecho ocurrió cerca de la isla de Spitsbergen, en el archipiélago noruego de Svalbard, y fue grabado por sus acompañantes desde una embarcación cercana.
Los aventureros debieron ser rescatados de las aguas gélidas y, al margen del susto, el tema no pasó a mayores.
Al reconocer que fue una mala idea, Horne contó que ya sufrió varios accidentes a lo largo de sus travesías por el mundo y afirmó que su equipo en general toma decisiones prudentes para volver vivos a su casa.
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