Daniel tiene 52 años y hace 30 que trabaja haciendo zapatos artesanales. El padre fundó la fábrica de calzado masculino hace 70 años y Daniel siguió sus pasos.
Con su trabajo se sostuvo en todas las crisis y aprendió a soportarlas. Dice que el trabajo lo define y le da sentido de pertenencia.
Por jornada produce 30 pares de zapatos. Trabaja desde las 5 de la mañana a las 10 de la noche todos los días, incluyendo los fines de semana. El cansancio no lo abruma, al contraria, explica que le da placer.
Le vende su producto a marcas muy reconocidas y se pone feliz de ver a gente con su producto que camina por la calle.
Se siente orgulloso por haber podido sostener el emprendimiento, hacerlo crecer y continuar con el oficio que le dejó como legado su padre. Además, se enorgullece de haber hecho las botas a Gustavo Cerati que uso en el último show.
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