Maite es una ex top model de los 90. Trabajó con Pancho Dotto, fue compañera de Araceli González, entre otras figuras destacadas. Tiene 64 años y trabajó hasta los 35. A partir de ahí decidió no teñirse el pelo, ni hacerse cirugía u otras intervenciones para tapar las marcas del paso del tiempo.
Ella dice que tiene marcas de lo real, de edad real, del paso del tiempo. Su cuerpo, su cara, tienen las marcas de la vida: las tristezas, las alegrías, los desalientos, los fracasos. Todo se lee en las marcas de la piel.
Después de aquel quiebre en su vida en el que dejó de trabajar como modelo, se centró en su gran pasión: las artes plásticas. Hoy se dedica a resignificar la fe, “Crear es creer” es su lema.
El mundo de la belleza ya es parte de su pasado y las miradas que antes iban hacia su cuerpo, ahora se dirigen hacia sus cuadros. Que es, en algún punto, un poco de ella.
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