Gastón se subió a un karting por primera vez a los 3 años. A su familia le parecía una locura pero su padre lo bancó.
No viene de familia de guita, ir a las carreras era un esfuerzo, pero con su talento y trabajo pudo sobrellevar la falta de dinero para cubrir los grandes gastos del automovilismo. Así, a los 7 años ya tenía una escudería detrás, que lo apoyó y lo ayudó a crecer.
La crisis del 2001 se llevó puesto el emprendimiento familiar de sus padres, pero para cumplir su sueño él colaboró trabajando junto a ellos en la carnicería. Hasta que las pistas le pidieron dedicación completa. Soñó con ser campeón de una categoría profesional algún día, y lo el año pasado lo logró. La historia de lucha del joven que se consagró en el TC Mouras.
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