El sueño de Julia siempre estuvo claro: de chica jugaba a disfrazarse y bailar en los cumpleaños familiares.
De niña pudo estudiar comedia musical y ahí arrancó todo... Soñó con estar arriba de un escenario y que su cara esté en una marquesina de calle Corrientes.
Hizo muchos castings y recibió muchas respuestas negativas. Pero trabajó en formato de cooperativa e hizo otras cosas para mantenerse hasta que se dio. Hoy su cara está en la avenida con más teatros del país.
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