La primera vez que Pablo Saraví vio una orquesta fue a los 8 años. Quedó maravillado con el violín, tanto que le pidió al padre que lo mande a aprender a construirlos.
En su Mendoza natal eso no era posible, así que comenzó a ir a clases para tocar el instrumento. Al tiempo ingresó a una orquesta juvenil y unos años después pudo ver en vivo a la orquesta del Teatro Colón, y ahí se despertó su sueño, el de tocar algún día en esa orquesta.
Cuando cumplió 18 años se mudó a Buenos Aires. Un amigo lo fue a buscar a la estación de tren y le dijo que ese día estaban tomando audiciones en el Colón para violinistas. Inicialmente se negó a ir, pero luego aceptó porque pensó que no tenía nada que perder. Pablo fue, tocó ante el jurado y logró ingresar a la orquesta.
Hoy Pablo tiene 61 años y es el violinista principal de la orquesta del Teatro Colón. Hace realidad su sueño cada vez que toca.
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