Política
Acuerdo con el FMI: pese a las internas, Diputados votó a favor la renegociación
Tras trece horas de debate y un insólito debate por el tiempo verbal de una frase, la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto del Gobierno para renegociar la deuda de 45 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional. Después de varias reuniones con los presidentes de bloques y con el compromiso de asegurar el quórum, la Cámara baja discutió alrededor del acuerdo y aprobó la iniciativa por 204 votos positivos, 37 negativos y 11 abstenciones.
Pese a la ausencia del diputado del FDT Máximo Kirchner y varios compañeros de bancada cercanos a La Cámpora, el debate comenzó con 129 legisladores presentes. Culminó con 252 votos. A lo largo de la jornada, varios bajaron al recinto. El extitular del bloque oficialista -que renunció en enero por su oposición al acuerdo- no lo hizo sino hasta la hora de la votación. Su voto fue negativo.
Evitar la “catástrofe”
Antes de la sesión, el titular de la Cámara baja, Sergio Massa, llamó a asegurar el debate y aprobar el proyecto del FDT para renegociar el pago de la deuda contraída en 2018 durante la presidencia de Mauricio Macri. "Todos entendemos que es un momento clave para evitar una catástrofe. Es bisagra para la historia argentina", resaltó Massa.
El titular del bloque oficialista en Diputados, Germán Martínez, retomó la posición de Massa en el discurso de cierre. El reemplazante de Máximo Kirchner al mando del FDT en la Cámara baja destacó que "todos y todas contribuimos a que se dé este debate, con todas las posiciones políticas y todas las miradas".
No obstante, reconoció la incertidumbre que generan las conversaciones con el FMI y el modo en que se cancelará la deuda. "Parece como si estuviéramos en una burbuja sin coordenadas de tiempo y espacio", comparó. "Pero hay dos hechos que son objetivos: no podemos obviar la decisión de cancelar la deuda en 2005 y otra la fue la decisión que toma la administración anterior, con Macri a la cabeza, de que pueda avanzarse con una nueva instancia de endeudamiento con el FMI", siguió Martínez.
"No queremos que la oposición sea rueda de auxilio, no le estamos pidiendo que cogobiernen y menos que definan la política económica de nuestro Gobierno", aclaró Martínez, en alusión a las declaraciones de Mario Negri, minutos antes.
"La refinanciación de la deuda la vamos a hacer sin ajuste, sin reforma jubilatoria, sin reforma laboral y sin tarifazos", prometió el diputado. "Las opciones no son ajuste o default, el escenario que estamos tratando de generar es el de crecimiento económico, generación de empleo, de reducción de las desigualdades, de promoción de las importaciones, de desarrollo industrial, para que cuando tengamos que empezar a pagar estemos en una situación más positiva", analizó.
Antes de Martínez, el radical Mario Negri había respaldado la alternativa de un acuerdo frente a la chance de un default. "Si hay default, vamos a ser parias en el sistema financiero", alertó el dirigente cordobés, aunque cargó contra el presidente Alberto Fernández por sus declaraciones sobre el FMI. "El Presidente, mientras pide, comparte que es indigno el organismo al que le pide. Hay que actuar con razonabilidad, con responsabilidad", cuestionó.
"Tenemos consciencia de que el Gobierno está atravesando un momento de debilidad, de que el Presidente está débil y que tienen una fractura política expuesta", puntualizó Negri. "Nosotros no somos una rueda de auxilio del Gobierno, somos oposición y no estamos para cogobernar".
"Si hay default afectará a la producción y no habrá insumos, y si la inflación ahora corre, va a volar", advirtió el diputado opositor. "El próximo gobierno va a tener que subir el Himalaya en patas para resolver lo que ustedes dejaron", exclamó.
La expectativa por el voto del oficialismo se dividió entre los que se oponían y votarían a favor pero bajo protesta. Durante su alocución, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller (FDT), reconoció que "no hay motivos para festejar" pero argumentó su voto positivo. "Tenemos la convicción de que un default sería muchísimo más grave", aseguró.
Según Heller, el Gobierno "recibió una auténtica bomba de tiempo". "Se trata de encontrar la mejor salida", explicó el diputado.
El legislador dio detalles de la nueva forma de pago acordada entre el ministro Martín Guzmán y el organismo internacional: "Cada desembolso se comienza a pagar cuatro años y medio después de que ocurra en 12 cuotas equivalentes semestrales". "El primero será en el segundo semestre de 2026 y el último a mediados de 2034", precisó.
López Murphy, rechazo en JxC
Si bien parte de Juntos por el Cambio se había comprometido a acompañar el acuerdo, el diputado nacional de Republicanos Unidos Ricardo Lopez Murphy votó en contra del acuerdo. El exministro consideró el acuerdo como "irresponsable ". "Es malo, es pésimo, no propone un solo cambio estructural para que la Argentina salga adelante y vuelva a crecer", siguió.
"La Argentina necesita reformas estructurales profundas en lo laboral, en lo previsional, en lo fiscal, en lo externo", opinó López Murphy, luego de que varios dirigentes del FDT remarcaran que el acuerdo no consideraba una reforma laboral ni previsional.
También habló de las internas dentro del propio Frente de Todos a la hora de defender el acuerdo. "La novedad de este debate es un gobierno que intenta ser oficialismo y oposición al mismo tiempo. He estado señalando que esa estrategia cobarde no se la vamos a dejar pasar. Tienen que hacerse cargo de la deuda que van a generar porque están solicitando una ampliación de la deuda que tenemos", remarcó.
"¿Qué piensa Cristina, qué piensa Máximo que no lo veo en el recinto? Se han escondido con esa pusilanimidad que no ha sido la práctica de esa manía epistolar que experimentamos en los dos años", fustigó el diputado.
"Háganse cargo de las pésimas decisiones del inadmisible manejo del Estado que tuvieron en los últimos dos años y también en los últimos 12 años, dejen de jugar a las escondidas. Háganse responsables", exigió López Murphy.
Izquierda y liberales contra “la porquería”
Tanto los diputados de la izquierda como los de Libertad Avanza, con Javier Milei a la cabeza, rechazaron el proyecto del oficialismo. Los primeros participaron de las protestas afuera del Congreso y se sumaron a la sesión una vez comenzada. Los segundos adelantaron que votarían en contra por las supuestas inconsistencias técnicas y morales del programa económico.
"Desde el bloque de La Libertad Avanza vamos a rechazar este proyecto porque es altamente cuestionable desde lo técnico y reprochable desde lo moral", anunció Milei durante su voto.
"La fiesta del presente se la están cargando en el bolsillo de quienes aún no nacieron, por lo que estamos frente a algo profundamente inmoral", consideró Milei. "Hay un grupo que dice que en aras de la responsabilidad hay que acompañar esta aberración y que el ajuste lo pague el sector privado mientras la joda de la política sigue. No caigamos en el falso dilema. Sí, hay que honrar las deudas y pagarle al Fondo pero el ajuste no debe caer en el sector privado", enfatizó.
"Nosotros queremos vivir en libertad y este ajuste lo tiene que pagar la casta política. Así que los liberales vamos a votar en contra de esta porquería", bramó.
Incidentes afuera
Poco después del mediodía, militantes del Partido Obrero, Polo Obrero, Movimiento de Trabajadores Socialistas (MTS), el Nuevo MAS y Libres del Sur, entre otros, se manifestaron alrededor del Congreso. Entre cantos en contra del Gobierno y quemas de imágenes del FMI, reafirmaron su oposición al acuerdo. Los incidentes llegaron poco después: un grupo arrojó piedras, bombas de pintura y bombas molotov contra el edificio y la Policía que estaba en el lugar. Si bien no hubo heridos de gravedad, un oficial debió ser atendido por las quemaduras que le provocó una molotov que impactó cerca de su cuerpo.
En cuanto a los daños en el Congreso, varios despachos sufrieron la rotura de sus ventanas. Entre ellos están la oficina de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, el del jefe del bloque oficialista en el Senado José Mayans y el de Oscar Parrilli.
Los destrozos y la violencia en la calle se filtraron en el debate. Varios legisladores, tanto del FDT como de JxC repudiaron los incidentes. La respuesta de la izquierda no se hizo esperar: el Polo Obrero aseguró que “fue un grupo pequeño que tal vez lo mandó el Gobierno”.