Portada  |  22 agosto 2025

Advierten sobre el riesgo de la fama en el casting electoral

La especialista en imagen política Daniela Aruj analiza la incorporación de famosos a las listas electorales y advierte sobre los riesgos de banalizar la política. “No da lo mismo, la fama en política puede ser un atajo riesgoso”, afirma.

Política

La estratega en Imagen y experta en Branding políticoDaniela Aruj, analiza la incorporación de famosos a las listas electorales y advierte sobre los riesgos de banalizar la política. “Cuando un partido o espacio político apela a candidatear famosos, lo que se busca es acortar los tiempos de posicionamiento. Esto no es más ni menos que el lugar que ocupa esa persona en la mente del ciudadano”.

“¿Vale la pena? Depende”, aclara Aruj. Según explica, ese “depende” está condicionado por varios factores. “Algunos son factores extrínsecos, como la coyuntura y el tipo de especialistas que se requieren. Por ejemplo, en épocas de crisis económicas, la gente tiende a buscar candidatos con formación en la materia. En tiempos de hartazgo con la clase dirigente es más factible que la gente deposite su poca confianza en una persona ajena a la política”, indica.

Aruj distingue también factores internos que no son menos importantes. “Entre ellos está de dónde proviene ese conocimiento popular. Puede ser un empresario reconocido, como el expresidente Mauricio Macri; un profesional destacado, como el diputado Facundo Manes; un deportista, como el exgobernador Reutemann o Daniel Scioli; un artista, como Miguel Del Sel o Pinky; o una comunicadora, como el caso de Carolina Losada. Hay muchos ejemplos.”

No da lo mismo, tampoco es algo nuevo, pero lo que sí sorprende es que cada vez más aumente el número de famosos en las listas de candidatos, y que en la mayoría de los casos sea sin militancia previa”.

“Esto debería llevarnos a pensar si poseen el conocimiento o la preparación adecuada, o si uno de los supuestos es que serán capacitados al momento de alcanzar la banca”, cuestiona.

Para evitar generalizaciones, propone una clasificación. “Yo dividiría entre los que tienen las aptitudes y visibilizan una causa -como fue el caso de Nito Artaza defendiendo a los ahorristas o Carolina Píparo trabajando por justicia para las víctimas de violencia- y los que deberían primero recorrer el camino de explicarle a la gente por qué se postulan, qué defienden y, en muchos casos, hasta cómo piensan”.

“Hoy es muy caro, tanto en dinero como en tiempo, posicionar a un candidato nuevo, y por eso se toman este tipo de atajos. Aunque, como consultora, muchas veces señalo que suele ser más sencillo darle visibilidad a un desconocido con contenido que transformar la percepción que mucha gente tiene de una persona pública”, agrega 

“El riesgo es evidente. Banalizar la política es riesgoso, porque nos alejamos de lo más saludable que es demandar representantes más transparentes, mejores y más capacitados”, advierte.

“Hoy muchos ciudadanos se plantean elegir un bueno por conocer antes que un malo conocido. Y muchos partidos ven en esto una oportunidad. Pero, ¿no será que en tiempos de crisis la política se transformó en una salida laboral bien remunerada?”, concluye.

 

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