El presidente Alberto Fernández afirmó hoy que el 24 de marzo de 1976 la Argentina “comenzó a vivir una tragedia con un nivel de crueldad inimaginable” con un régimen militar que actuó “con impudicia”.
Fernández formuló estos conceptos al encabezar un acto en homenaje a los científicos y trabajadores desaparecidos del Conicet durante la última dictadura cívico militar, en la jornada en la que se conmemora el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
En ese marco, afirmó que la última dictadura cívico militar “fue impiadosa con los opositores porque le temieron al pensamiento que conducía a construir una sociedad más justa”.
Además aseguró que “le da vergüenza el negacionismo” que expresan algunos sobre los crímenes cometidos por la última cívico dictadura, y aseguró que en el campo popular “no hay diferencias” a la hora de condenar el terrorismo de Estado.
“El 24 de marzo es el día de la memoria e irónicamente es el día en el que más unidos estamos porque tenemos una sola consigna: verdad y justicia. Que de una vez por todas y todos sepamos lo qué ocurrió y que hablemos sin medias tintas”, resaltó.
"La búsqueda de Justicia es un imperativo moral", insistió el mandatario y le agradeció a las Madres de Plaza de Mayo "por la lucha que dieron contra la impunidad".
El primer 24 de marzo para el presidente Alberto Fernández -desde 2020 que no se moviliza debido a la pandemia-, enconctró al Frente de Todos en su peor momento y es que el mandatario y su vice no se hablan.
A 46 años del último Golpe de Estado, el Presidente decidió despegarse de las actividades convocadas por el oficialismo -entre ellos la movilización de La Cámpora a Plaza de Mayo-, y encabezó el homenaje a científicos desaparecidos.
El año pasado, el jefe de Estado había participado de un homenaje a los trabajadores desaparecidos en una actividad convocada por H.I.J.O.S en la Casa de la Militancia, en la ex- ESMA.
Lejos de todo, esta vez no participaba este jueves de ninguna de las movilizaciones convocadas.
Por su parte, en vísperas del 24, Cristina Kirchner -otra de las protagonistas principales del malestar interno del Frente de Todos- se mostró reunida con la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, férrea crítica del Presidente, junto a Rosa de Camarotti, Visitación de Loyola y Carmen Arias. El encuentro tuvo lugar en la sede de la entidad.
En las calles, sin marcha unitaria, las fuerzas que componen el Frente de Todos también traducen la crisis y se movilizaban fragmentadas.
El kirchnerismo duro, con Máximo Kirchner y La Cámpora a la cabeza, se concentró temprano en la ex-ESMA y se dirigía, hacia Plaza de Mayo, para confluir con el resto de las fuerzas.
Mientras que las agrupaciones que respaldan al Presidente, como el Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie, tenían se concentraban en Belgrano y 9 de Julio.
Aún no está decidido si dirigentes políticos tomarán la palabra en el escenario frente a Casa de Gobierno.
A priori, está previsto que sólo hablen representantes de organismos de derechos humanos afines.
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