La defensa de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, recusó este lunes al fiscal federal Diego Luciani y a uno de los jueces del Tribunal, Rodrigo Giménez Uriburu, por la causa de obra pública en Santa Cruz.
El pedido de apartamiento del fiscal y el magistrado se basó en que ambos serían amigos e integrarían un equipo de fútbol que disputó encuentros en la quinta Los Abrojos, propiedad del expresidente Mauricio Macri.
El abogado penalista Martín Capdevila sostuvo que las fotos por sí solas “son una prueba bastante débil”. “En primer lugar, si vamos al caso, en la foto no aparece el ex presidente (por Mauricio Macri)”, dijo el letrado.
Luego, continuó: “En segundo lugar, se requiere, para que sea procedente la recusación por esto, una a amistad íntima. Esta foto dista mucho esto de dejar probado esa amistad íntima entre el fiscal, el presidente de la cámara y el ex presidente”.
En este sentido, dijo que “técnicamente no tendrá recibo” y consideró acertada la conducta del fiscal, que solicitó hacer pública la recusación en el mismo alegato.
Señaló que el Macri no forma parte del proceso y, por ende, “no existe una conexión objetiva entre las fotos y los hechos que se aducen en la recusación”.
Capdevila, además, comparó este caso con la del juez Federal de Córdoba, Ricardo Bustos Fierro, en la causa CBI. En el aquel momento, el fiscal y la defensa presentaron una recusación contra el magistrado por haberse fotografiado en una fiesta con uno de los empresarios involucrados.
“Si fuera procedente de recusación, con mayor debería haberlo sido en ese caso, porque ambos aparecen en la foto. Sin embargo, el juez fue confirmado”, añadió.
Por último, el abogado explicó que la causal que establece el código penal “es una amistad íntima”.
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