Los vecinos de Puerto Madero no hablan mucho en el expediente donde se investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman. Aún así, recordaron detalles que los tiene preocupados.
Un hombre llamado Jorge Pierrestegui dijo que le había llamado la atención el diariero que trabajaba en una de las esquinas del complejo Le Parc (Aimé Painé y Azucena Villaflor) -donde vivía Nisman- por dos cosas: siempre tenía poco material para vender y, además, "era un hombre muy formado y muy informado sobre todo, política, economía, todo...".
Este mismo vecino contó que, al día siguiente de la muerte de Nisman, el kiosco de diarios amaneció cerrado. Que estuvo así durante unos seis meses, hasta que un día vio el kiosco abierto y fue a preguntarle a su dueño qué le había ocurrido.
Entonces dijo que el comerciante le respondió "con evasivas", y que luego volvió a cerrar y no abrió nunca más. Hoy sigue cerrado.
Tras estos testimonios, la justicia pidió informes sobre el comercio a la Dirección General de Ordenamiento del Espacio Público del Gobierno de la Ciudad. Respuesta: el kiosco no figura en los registros con ningún permiso otorgado ni vigente a enero de 2015, cuando hallaron muerto al fiscal.
Fuente: Clarín
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