Ellos son electricistas, se dedican a hacer instalaciones eléctricas seguras. Los cables y las llaves térmicas son elementos de uso cotidiano para su trabajo.
Salen corriendo cada vez que nos quedamos sin luz, buscan los desperfectos para poder arreglarlos y evitar un accidente eléctrico.
Alguna vez sufrieron alguna descarga y aseguran que fue por una distracción propia. Tratan de cortar la electricidad cuando tienen que hacer un trabajo, pero no siempre se puede, en esos casos tienen mucha cautela para no poner en riesgo su vida.
El trabajo más común es arreglar un enchufe aunque puede haber problemas importantes que llevan mucho tiempo descubrir.
El mayor error que cometemos los usuarios: la zapatilla con varias cosas enchufadas. Para ellos el peor de todos y el más arriesgado.
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