Son los reyes del coso y el cosito, los genios que arreglan todo, son ferreteros. Tienen miles de artículos en su comercio, algunos que no venden nunca pero lo tienen de todas formas.
Cuentan historias maravillosas en la larga tradición de ferretería que llevan, muchas cosas ridículas que les han pedido, según ellos, es muy común confundirse un clavo con un tornillo.
Pasan muchas horas trabajando y lo peor llega el fin de semana, cuando las personas se deciden a arreglar algo que funciona mal en sus casas pero no tienen mucha idea y siempre se acercan a la ferretería de la zona para encontrar un buen consejo.
Para ellos la diferencia está en la ayuda que le dan al cliente. Un buen ferretero sabe del tema, trata de encontrar una solución al problema, busca opciones, prueba productos y también explica cómo resolverlo.
¿Qué es el olor a ferretería? Una conjunción de olores que solo ellos saben definir.
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