Ellos son profesores de inglés, quienes nos abren las puertas a las alegrías de enseñar y aprender un nuevo idioma a cualquier edad. Muchos se preguntan si es más complicado aprender inglés siendo adulto.
Corregir la pronunciación, más que un desafío, es un acto de amor por el idioma y sus estudiantes. Cada error es una oportunidad para mejorar y crecer juntos en este viaje lingüístico.
Pero más allá de las técnicas y métodos, lo que realmente marca la diferencia es la conexión especial que se forma entre estudiantes y profesor. No hay peor alumno, solo diferentes etapas de aprendizaje y descubrimiento.
En un mundo cada vez más conectado, aprender inglés no es solo una habilidad académica, sino una puerta a nuevas culturas, amistades y oportunidades.
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